La decisión de un juez británico podría tirar por tierra el premiado documental del ex vicepresidente estadounidense Al Gore cuando éste se encuentra a un paso de conseguir el Premio Nobel de la Paz (podrían concedérselo hoy). Según el magistrado, «Una verdad incómoda», la cinta premiada con dos oscar que alerta de los peligros del calentamiento global, tiene nueve errores importantes, por lo que el juez se pregunta si sería adecuado mostrar la película a los escolares del Reino Unido.
La decisión del Gobierno británico de exhibir la cinta en las escuelas secundarias del país ya fue atacada por un director escolar del condado de Kent y miembro de un pequeño partido político, que recurrió al Tribunal Superior. El magistrado, Michael Burton, trabaja en el Tribunal Superior de Londres y, de acuerdo con el rotativo londinense «The Times», a pesar de que no quita méritos a la película y reconoce que es «bastante exacta» en las causas y probables efectos del cambio climático, matiza que algunas de las afirmaciones son «alarmistas y exageradas».
El juez argumenta que el primer error consiste en afirmar que el nivel de los mares podría aumentar seis metros «en el próximo futuro», aseveración que calificó de «claramente alarmista» y contraria al «consenso científico». La afirmación de Gore de que la Corriente del Golfo podría dejar de circular se contradice además, según el magistrado, con las hipótesis manejadas por el Grupo Internacional sobre el Cambio Climático según las cuales es poco probable que ocurra.
Además, el ex vicepresidente estadounidense atribuye al cambio climático la desecación del lago Chad, la fundición de las nieves del Kilimanjaro o el huracán Katrina, pero, en opinión del juez, los científicos no han podido probar que haya una relación directa entre el calentamiento del planeta y esos fenómenos. Tampoco hay pruebas, señala las el magistrado, de que los osos polares estén ahogándose al fundirse los hielos que forman su hábitat habitual y mientras van a nado en busca de otros nuevos.
El veredicto, calificado ayer por el rotativo de «insólito», porque afecta a lo que deben, o no, ver los escolares en las aulas, señala que la «visión apocalíptica» del filme es políticamente partidista y no un análisis imparcial de la ciencia del cambio climático. «Es de todos sabido que no es simplemente una película científica, aunque está claro que se basa en investigaciones y opiniones de científicos, sino política», señala el juez.
Celia Maza
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